Ahora que te tengo lejos vuelvo al comienzo. Pensando en las razones que me unieron a ti, no voy a mentir. No diré que las cosas que hoy me ponen de cabeza las vi en el principio.
Porque vi tu sonrisa, porque vi tus intenciones, porque vi un corazón sincero, me di la oportunidad de arriesgarme. Hoy leyendo mi historia doy gracias a Dios por ponerte en mi camino, por hacerme borrar las lágrimas y por mostrarme lo que es realmente ser amada.
Me encontré con un vacío de emociones que con el paso del tiempo fui llenando con sonrisas, cosquillitas, cariño y ahora, con un poco de suerte, espero llenar de amor.
Las ganas las tengo, solo me falta el permiso para sentirme libre de actuar. ¿Me lo permites?.
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